Agustina
La que le madruga
A la brisa
Y se planta
en medio del paisaje
A vender sus frutas
tempranas

Agustina la que ríe
Y hace coro con el viento
Aunque no conoció al padre
Ni vió sus fotos
Ni supo de sus caricias
Ni besó sus mejillas
ajadas

Agustina
La que no usa sandalias
Solo el pie tibio
Entre las arrugas
de la playa
la que no necesita recordar
los primeros pasos
Sobre las piedras amargas
De su infancia

Agustina, fruta madura,
Caimitos y zapotes,
Nísperos, piñas,
patillas y papayas
carnaval de
Sabores y colores
Con música del sol
Y un mar
De esperanzas

Agustina, la de siempre,
La pregonera de frutas
La que de día no descansa
La que nada debe
a la que nada le falta
La que me enseñó
A cantar
La que inspiró
Estos versos
la que se enreda
todos los días
entre las frutas
de mi nostalgia