Los que alcancen a escucharme
allá abajo
sepan que no fui
ningún criminal
Apenas un ladrón a medias
despreciado por este pueblo
de profetas de desgracias…
Yo también sufrí el tedio
de vivir sin saber para qué
Mas, ahora…
crucificado muy cerca
del que dice ser Dios
he comprendido mi tragedia
Porque yo también pretendí serlo
No para sufrir el escarnio
de mi pueblo
ni la mofa
de los que me aplaudían
sino para crear
del sueño primigenio
un paraíso que ningún ojo humano
hubiera visto
ni mente alguna osado imaginar
Pero es tarde…
quien afirma ser hijo de Dios
le reclama a su Padre
por haberlo abandonado
Ya vienen a quebrarme las piernas
para acelerar mi muerte
Tampoco fui invitado
al otro paraíso
Pero qué importa…
me basta con morir!
Deja tu comentario